¡Hola de nuevo!
Hace unos pocos días hacia unas preguntas a través de Instagram en donde tenia curiosidad por saber qué tipo de dificultades encontráis a la hora de maquillaros y hubo una respuesta que se repetía en más de una ocasión: "la base de maquillaje me queda a corros" o "la base de maquillaje se me mueve".
Pues bien, hoy vengo a compartir con vosotras varias de las causas que yo he podido ir observando tanto en mi piel como en otras pieles, que afectan y contribuyen a que esto ocurra y algún truquillo para que podáis poner en práctica y ver si os funciona y soluciona el problema.

1. El estado de tu piel y el tipo de producto.
Es importante que sepas identificar que tipo de piel tienes (seca, grasa, combinada...) para poder elegir los productos tanto de preparación como de maquillaje que mejor se adapten a tus necesidades.
Con una buena elección de productos obtendrás un acabado más uniforme durante más tiempo ya que estos atenderán a las carencias que tenga tu piel en ese momento (por ejemplo falta de hidratación, falta de regulación de grasa en algunas zonas del rostro o en todo el mismo...).
2. La cantidad de producto que utilizas para preparar y maquillar tu piel.
Cuanto más producto añades a tu piel para prepararla más posibilidades hay de que tu base de maquillaje pierda su adherencia a la misma. Al igual que cuanta mayor cantidad de base de maquillaje utilices también habrá más probabilidad de que esta con el paso de las horas (debido a que la piel hace su funciones como órgano y también porque nuestro rostro está en continuo movimiento) se mueva y tienda a acumularse en distintas zonas del rostro.
Prueba a utilizar una menor cantidad de producto (por ejemplo de crema hidratante) cuando vayas a maquillarte después y trabaja tu base aplicando menos cantidad donde no lo necesites, dejando el uso de mayor cantidad de producto para donde tengas alguna cosa que quieras disimular (como manchitas, granitos...).

3. La forma de aplicación del producto.
Hay productos (en este caso bases de maquillaje), que por su formulación y textura quedan bien aplicándolas con cualquier herramienta (brocha, esponja o las manos) o con cualquier técnica que utilicemos (ya sea a lineas estirando el producto sobre la piel o a toques dando pequeños golpecitos sobre la misma), pero hay otros que por dichas características requieren de una aplicación concreta.
Aquí te recomiendo que si la marca tu vuestra base de maquillaje aconseja utilizarla de cierto modo pruebes con esa forma de aplicación o sino pruebes a aplicarla con diferentes herramientas o técnicas para ver si ese fuese el motivo de que la base desaparezca o se mueva.
4. La manera en que sellas tu base.
Tanto la falta de polvo para sellar el rostro como el exceso del mismo afectan al comportamiento de la base de maquillaje con el paso de las horas.
Si tu piel es seca quizás necesites sellar tu base de maquillaje con muy poco polvo o incluso no utilizarlo evitando así extraer la humedad de tu piel. De esta forma facilitarás que la base tarde más tiempo en cuartearse.
En cambio si tu piel es combinada o grasa quizás necesites aplicar una mayor cantidad de polvo en ciertas zonas en donde tu sientas que tienes más brillo o en donde notes que tu base tiene más tendencia a moverse para que el producto se mantenga fijo y estable en su sitio durante más tiempo.
¡Y hasta aquí el post de hoy!, espero que te haya servido de ayuda, que puedas poner alguna de estas cositas en práctica y sino recuerda que en mis cursos de automaquillaje podrás aprender a identificar tu tipo de piel, qué productos son los más indicados para maquillarte y las técnicas de aplicación que mejor se adaptan a los mismos y a tus características.
Muchísimas gracias por leerme, déjame tus preguntas o comentarios abajo si lo deseas y ¡nos vemos en la próxima!.
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